lunes, diciembre 04, 2006

Un remedio

Bordeando el sueño, una noche, creí encontrar el camino. Reunir imágenes, anécdotas y escritos. Cristalizar mis sentimientos hacia ti, reunir mis recuerdos para, de alguna forma obvia casi en sueños, hacerte volver.

Ya despierto, vi claro, que me sería imposible.

Me faltan versos para eso

a Fernando Durán. 1-5-1937 a 2-12-2001

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces el silencio otorga más versos de los que podrías verbalizar en una vida entera....
sobretodo porque en el silencio, habitan los recuerdos.
Un beso estupefacto,
como siempre.

Anónimo dijo...

Esta vez voy a converger con Morgana ya que el valor expresivo del silencio puede ser enorme. A veces estamos platicando con una persona y de repente se hace un silencio, es el momento en que los dos escuchan y por eso es tan especial. Por jugar, he tratado de incluir un silencio en tu texto: quito el "ya despierto..." y dejo un renglón en blanco.

...................

Me faltan versos para ello. Sólo puedo probar con silencios

No sé qué impresión causa. Es sólo una idea, por jugar, sin con tan pobre obra derivada querer ofender tu libertad de escritor. Por otra parte, mejor ser incapaz de recrear a una persona soñándola que soñarla y descubrir más tarde que, a su vez, somos un sueño. El argumento borgiano en cascada está en "las ruinas circulares". Me vino a la cabeza por aquello de soñar tan fuerte, con tanto detalle, que naciera un ser real. Siempre me encantó esa ficción.

Anónimo dijo...

De hecho, creo que la idea funciona igual respetando la frase de tránsito. La única idea es, aprovechando la apreciación de Morgana, hacer que el silencio sea explícito dentro de la pieza.

Por cierto, no vi antes la dedicatoria. Me pareció conmovedora y perdona entonces que me permitiera cambiarte una sola coma. Las cosas que se escriben con el corazón nadie tiene derecho a tocarlas, y menos un anónimo cotilla como yo. Un saludo y ánimo con estas pequeñas joyas literarias.