viernes, febrero 03, 2006

Avería

Anoche hubo un gran apagón en mi pueblo. Mi casa a oscuras, fría. Todo lo que tenía pendiente por hacer, no era posible. Correos pendientes. Cosas que arreglar. Todo parecía inútil sin electricidad. La comida fría, el ordenador inerte.

Subí a la azotea para ver hasta donde llegaba la oscuridad. ¿Sería grave? Nada manchaba la noche. Oscuridad absoluta.

El apagón me regaló la mejor noche de estrellas que jamás vi desde mi casa. Y un baño caliente en silencio a la luz de una vela.

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