martes, febrero 14, 2006

EL GRAN GOLPE (martes)

Estoy indignado. A mi no me gusta ser pesimista, ni criticar por criticar. Pero ya no hay profesionales como antes. Hace 15 años entraron en mi casa, cuando vivía con mis padres. De noche. Quitaron la masilla de una puerta con cristalera, pescaron la llave por el hueco y revolvieron toda la planta baja sin hacer ruido siquiera. Se llevaron toda una Singer del 1800 y pico con su mesa de hierro sin que ni el perro se enterara. A mi no. Llega uno tarde de trabajar, reventado, y solo con llegar a la puerta, ya tuerzo el gesto. Me ha quemado la pared con el soplete, ha dejado la bombona azul tipo camping gas tirada en la escalerita y se ve que le ha costado trabajo entrar, porque hay media docena de colillas junto a ella. Empujo la puerta, ¡Y la tele está puesta! Lo peor es que entro y está el tipo sentado en el sofá tomando un bocadillo.

-Oiga, ¿que hace aquí?
-Es que se ha complicado la faena, y ya ve.
-¿Como que se ha complicado? ¡Que hace doce horas que me fui!
-Si, pero no estaba seguro de que llevarme. Por ejemplo, he encontrado tres ordenadores, pero no se cual es mejor. No tengo sitio para los tres en el coche. Y digo 'voy a esperar que venga el dueño, a ver si...'
-Pero hombre, ¿no ve que el grande es mejor?
-Ah, yo es que de informática no entiendo. El día que me lo exijan, me hago fontanero. El caso, que entre eso y que me he puesto a buscar a conciencia, pues se me ha ido el día. ¿Le importaría no arreglar la cerradura todavía? Mañana vengo a primera hora y termino rapidito, que se me atrasa un cortijo que tengo encargado y ahí si que hay faena. Esto es un 'chapú', y como me distraiga forzando de nuevo, pues no compensa.
-¿Y si entra uno del turno de noche?
-No, ya he dado aviso. Ah, he visto que tiene muchos libros. ¿El código DaVinci no lo tiene? Que es el cumpleaños de la mujer, y no lo veo.
-No, ese no lo tengo. Tendrá que buscar otra cosa.
-¿Qué me aconseja que coja?
-Mire, usted es el profesional. Busque lo que sea, yo no entiendo de hurtos.
-Vale, vale. Yo era para implicarlo un poco. Que no sea esto tan frío. Es lo que tiene este trabajo, que no tienes charla, y se aburre uno.
-Comprendo. Si no le importa, voy a ducharme y a cenar, que vengo cansado.
-Si, hombre, no se preocupe. Usted haga lo suyo, que yo voy recogiendo mis cosas, las dejo en una esquina, y mañana termino, ¿vale?
-Vale.

Pues nada. Encima, esta mañana, cuando me he ido, ni siquiera había llegado, así que no se si esta tarde ya habrá terminado. Igual es mala suerte, y me ha tocado un chapucero, pero desde que me metí en la casa, todo son problemas.

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